Hay acontecimientos que se desenvuelven en el “mientras tanto”, en una especie de devenir constante que no se muestra al público. Pero ¿Cuál publico?, no era esta acaso una circunstancia de puro soliloquio.

Hay una palabra en alemán que siempre me gustó mucho escuchar (más que decir) geniessen que quiere decir algo así como para disfrutar o cultivar el gusto por algo. Siento que este Lado (A), como el primer lado de aquellos hoy antiguos cassettes, contiene un repertorio familiar de expresiones de esos cultivos por un gusto, por procesos que se rozan directamente o de manera sutil con lo que hemos acuñado como pensamiento gráfico.
Este Lado (A) puede o no convertirse en un paseo visual, desde la imagen o el audio; es una invitación a explorar lo que ocurre en esos mientras tanto. Se proponen entonces como mirillas que dejan ver otra faceta, dentro de esta virtualidad que no nos acerca siquiera al tacto óptico de las piezas y gestos que necesitan presencia, el acontecimiento. Y en cambio, quizás de alguna manera como sin querer, desmitifican el resultado final. O, quizás también, le dan otro tono a lo que se enseña como detenido en el tiempo.
Quizás también esta sea una idea de desarticular este tiempo gregoriano que parece ya no existir, que devino evanescente y que muestra su naturaleza artificiosa y fabricada, un consenso cultural.
Como todos los soliloquios, en este caso soliloquios juntos, cabe lugar para el re-conocimiento de muchos otros, quizás.
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¿Será que quizás tampoco esto es una exposición?