Representando en el fuego el paso del tiempo sobre el ser humano, se observa como se desdibuja y a la vez se dibuja la vida misma con un cáracter biográfico.

Contraposiciones es una recopilación de fotografías realizadas durante un proceso investigativo que se ha ido realizando acerca de los cambios urbanísticos que ha experimentado la ciudad de Medellín. Durante la revisión del archivo fotográfico, surgió la noción de relacionar las imágenes de árboles y de edificios.

La superposición de imágenes tiene dos objetivos, el primero es recordar cómo ha ido cambiando el paisaje verde y natural, para dar cabida a un paisaje gris lleno de grandes estructuras urbanísticas. El segundo objetivo es mostrar un ambiente saturado que cada vez se hace más evidente en la ciudad.

Durante la cuarentena ante la imposibilidad de movernos libremente, el campo de observación se limitó a ver desde mi ventana, de allí observo las flores en mi jardín; mi elemento de inspiración es este entorno limitado y en mi ejercicio de observación me conecto con la naturaleza.
Durante estos tiempos de cambios e incertidumbre, el dibujo se ha convertido en uno de mis principales aliados porque transporta mis pensamientos a otra dimensión; me proporciona momentos de diversión, libre expresión y me ayuda a manejar las emociones negativas, algo bastante importante durante una pandemia que parece no terminar.
Ilustrar es mi medio para expresar los sentimientos, plasmar mi realidad como lo veo y como lo siento; constituye una expresión de mi propia identidad, es un acto de libertad que transforma el instante en forma.
Al observar la forma y con mi mente aislada del tiempo, analizo y las formas se expanden en fractales que se van multiplicando sobre el plano; la forma, el color y los detalles de las especies de las plantas me hacen comprender la morfología de la planta y poder plasmar mi inspiración recreando los mismos fractales de las plantas con un fondo fractal ilustrado.

El proyecto nace de una taxonomía que retrata diferentes habitaciones en un edificio residencial y cómo en un espacio tan reducido se ven tantas formas de habitarlo. El ejercicio de transgredir la esfera de lo privado y entrar a la intimidad del otro me permite hacer un retrato ampliado de la persona que los habita y exponer la poética de lo cotidiano. Una mirada fisgona que entra a la seguridad que cada uno tiene en su habitación abstraído del mundo exterior, mundo que se nos convertido para muchos en el lugar de descanso y trabajo.

Con esto del COVID 19 vino a mi encuentro la incertidumbre del porvenir respecto al espacio que habito y que al parecer me define (Casa y lugar de trabajo), me refiero a esos primeros meses de pandemia cuando debíamos estar aislados en el hogar, en familia, en amistad o en soledad… No es que hayamos salido de esto, de hecho, temo que regresemos al encierro, que perdamos el contacto con el otro, con lo otro.
Al principio fue glorioso permanecer en casa, pero luego de algún tiempo, los ojos resecos por ver más allá de las cuatro paredes, los pies y las manos comenzaban a arder por explorar nuevos o viejos lugares. Es ahí cuando me visitaba la melancolía y la zozobra, sentimientos ambiguos que no puedo describir. Una pérdida de esperanza, una angustia camuflada en temor, tristeza, nostalgia y una pizca de dolor ajeno. Una pensadera constante, es un estar multidimensional, diría. Sin embargo, al menos es posible aun alzar la mirada y observar desde la ventana, el balcón, la terraza, desde el alma o desde donde estemos hacia afuera de nuestro encierro material y personal; así poder mitigar la melancolía, al menos un poco…

La casa es un paisaje apropiado desde la vivienda que nos brinda una estructura para habitar desde lo físico y lo psíquico y es a través de esas diferentes interpretaciones y modos de habitar que surgen las condiciones de domesticidad que se apropia de lo íntimo y lo privado, a través de la propia naturaleza, un juego banal entre el instinto y la razón, con el único fin de alimentar el instinto por naturaleza, la sobrevivencia. Lo doméstico entonces es un conjunto de acciones que se perciben desde el habitar y que congenian con la familia y la intimidad, la consagración al hogar es una índole de sentimientos que le da valor a lo que se cruza en él y que justamente da propiedad a esa palabra “Hogar” ¿qué puede pasar en una vivienda donde no hay un cuidado doméstico? funciona como el mismo cuerpo, cuidar de la casa es cuidar de uno mismo. Las acciones de barrer, trapear, lavar platos, cocinar, acciones domésticas tan importantes desde su utilidad que se vuelven imperceptibles desde su cotidianidad y su constante repetirse durante todo el tiempo. Lo doméstico configura un serie de actos repetitivos y necesarios que encarnan las huellas que se borran constantemente del espacio físico, pero que sostienen esa consagración a la familia o al ser que habita en el mismo espacio llamado hogar, ese amor al refugio protector y los sentimientos que lo envuelven, así también el quehacer doméstico da sentido de pertenencia a ese habitar la casa, corresponde a una conciencia interior del espacio y quienes viven en él, a la buenas costumbres y funciona hasta como acto de agradecimiento.

Durante estos tiempos de cambios e incertidumbre, el dibujo se ha convertido en uno de los principales aliados para el hombre, proporcionando momentos de diversión y libre expresión. Como lo asegura la Organización Mundial de la Salud, realizar este tipo de actividades artísticas puede ayudarnos a manejar las emociones negativas, algo bastante importante durante los momentos vividos en el país, con un paro nacional opacado por la violencia, una pandemia que parece no terminar y la incertidumbre por el mañana.
En medio de las múltiples realidades que vivimos, desde la práctica en Bienestar Universitario de Ingeniería, se planteó la realización de un curso de dibujo dirigido al desarrollo de la técnica, no obstante, las vivencias del día a día guiaron el rumbo del taller hacia un trabajo empapado por la realidad de cada participante. Más allá de un ejercicio que evidenciara los conocimientos, el retrato constituyó una expresión de la propia identidad y este ejercicio se volvió un reflejo que exteriorizó las emociones de cada ser.

“Una calle es la reunión de historia y de memoria, es el paso del tiempo, una calle se puede leer de muchas maneras, muestra a la vieja y nueva ciudad, también el tránsito. Una sola calle puede tener la historia de la ciudad”
Reinaldo Spitaletta.

Es a partir de la fotografía y el desnudo usando la piel como principal órgano erógeno y a su vez el lienzo que todos llevamos y la vida nos va pintando. La obra pretende hacer una reinterpretación del hombre Vitruvio, como aquella figura que era la medida de todo en la época clásica y el renacimiento, pero era solo el hombre blanco, invisibilizando toda la variedad toda la gran cantidad de otredades, y a su vez recordando y trayendo el antiguo mito que nos contó Platón en su texto del banquete sobre el mito del Andrógino. La propuesta hace parte de un proceso de tomas de fotografías dirigidas presencialmente y en estos tiempos se dificulta el encuentro en espacios debido a la pandemia, pero la cual prosigue su desenvolvimiento.

El presente video denominado “El día sin IVA” es resultado de la idea falsa de activación económica que nos vende la cultura de capitalismo y del consumismo implementada por el gobierno actual de Colombia en plena época de pandemia. Este video experimental busca reflexionar frente a esas dinámicas de consumo, desmesuradas y sin control alguno sin preocupación por la salud pública y al bolsillo del consumidor frente a aquellos productos en muchos casos innecesarios en tiempos de pandemia.

El video está construido con grabaciones de la naturaleza, de espacios que asocio con recuerdos de mi niñez y adolescencia, videos de uso libre de videojuegos, fragmentos de negativos de fotos familiares. La narración se da por una asociación entre las imágenes, la naturaleza y el tiempo. Está construido por etapas, cada una de ellas obedece a una emoción, de allí el nombre “Lluvia, tormenta y calma”. Es una pieza audiovisual con la que invito al espectador a que se conecte conmigo y consigo mismo realizando un viaje a su interior a partir de las emociones, dándole la libertad de encontrar un significado propio a partir de lo que ve, siente, escucha, accediendo a sus propios recuerdos y vivencias.